Durante los últimos años, y especialmente a partir de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial realizada por la UNESCO en el 2003, ha habido una fuerte tendencia por incorporar en el concepto de patrimonio cultural a las tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativas a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculadas a la artesanía tradicional (UNESCO). Este libro toma esa concepción y la traslada a las calles porteñas, invitando al lector a apropiarse de relatos, anécdotas e historias atravesadas por antiguos oficios, que refuerzan la necesidad de reconocer que las personas que los ejercen - ocho de los cuales comparten su experiencia en este trabajo- desempeñan un papel fundamental para la diversidad cultural, la creatividad humana y la identidad social.